jueves, 30 de julio de 2009

La música bestial


La voz más importante del renacimiento y popularización del metal es sin duda alguna Paul Di’Anno. El vocalista original de Iron Maiden encabezó el movimiento denominado la “Nueva ola del heavy metal inglés” no sólo por sus poderosos rasgos vocales, sino por su carismática figura. Con Iron Maiden grabó su primer demo y sus dos primeros discos (Iron Maiden, 1980, y Killers, 1982).
Cuando la banda pretendió un sonido y una imagen estilizados y propios de la moda del metal de la época, sustituyeron a Di’Anno por Bruce Dickinson. El primero encarnaba a la vez la desfachatez y la rabia del movimiento punk y la energía del renovado heavy metal inglés. Por su parte, Dickinson dio al grupo la posibilidad de asumir los clichés característicos del metal en los ochenta: pelo largo y lacio, vocalizaciones épicas y agudas, falsetes y gritos que indicaban el clímax de las canciones.
Tras su participación en Iron Maiden, Di’Anno ha encabezado distintos proyectos: Di’Anno, Gogmagog, Paul Di’Anno Battlezone y Killers, alternando la discografía de todas estas agrupaciones, con una producción de más de 15 álbumes de estudio y varias recopilaciones y discos en vivo, entre 1983 y 2006.
A diferencia de Iron Maiden, Di’Anno ha explorado diferentes vertientes musicales, procurando concordancia con la evolución del género del metal.


Los orígenes musicales de Di’Anno están en el punk, género culturalmente contrario al heavy metal.

Su apodo “la bestia” le fue asignado por sus fans, a pesar de que Iron Maiden comenzó a usar el término tras su partida.

Ha contado en sus discos con participaciones de antiguos compañeros de Iron Maiden: el baterista Clive Burr (1885) y el guitarrista Dennis Straton (1995).

A diferencia de Iron Maiden, Di’Anno se ha adaptado a las tendencias del metal.

Actualmente realiza una gira que comprende más de 100 presentaciones en Europa, Asia y América.

lunes, 18 de mayo de 2009

La onda ochentera

Los ochenta y los noventa no son la misma cosa
(1a. parte)

La aseveración de que los ochenta y los noventa no son la misma cosa parece resultar absurda, pero en realidad es una aclaración necesaria ante un juicio común que ve en esas décadas los mismos géneros, los mismos estilos en la moda, en los peinados, en las producciones televisivas y cinematográficas, en la vida social, sin lograr la capacidad de distinguir elementos culturales distintivos en cada una, e inclusive en diferentes épocas al interior de ellas.
Ante esta confusión, ofrezco un brevísimo listado de contraposiciones de representantes del mismo género, útil para distinguir viejos y nuevos tiempos:

Década de 1980 - Década de 1990
Grandmaster Flash - Vanilla Ice
Europe - Extreme
Suzanne Vega - Paula Cole
Mecano - Presuntos implicados
Chico Ché y La Crisis - Selena & Los Dinos

Para mostrar distinciones de época aún en una misma década, he aquí otro listado de contraposiciones:

Principios o primera mitad de los 80 - Segunda mitad o finales de los 80
Cyndi Lauper - Paula Abdul
Lipps, Inc. - Milli Vanilli
Go Go’s - Bangles
Menudo - Magneto
Camilo Sesto - Sergio Fachelli
José María Napoleón - Ricardo Arjona

Ahora, con la finalidad de distinguir eras en una misma década, en la biografía musical de un mismo grupo o artista, es útil contraponer los siguientes casos:

Principios o primera mitad de los 80 - Segunda mitad o finales de los 80
Judas Priest (British Steel) - Judas Priest (Turbo)
Deff Leppard (Pyromania) - Deff Leppard (Hysteria)
U2 (Boy, War, etc.) - U2 (The Joshua Tree)
Timbiriche (“La vida es mejor cantando”) - Timbiriche (“Besos de ceniza”)
Silvio Rodríguez (Rabo de nube) - Silvio Rodríguez (Causas y azares)

Década de 1980 - Década de 1990
U2 (The Unforgettable Fire) - U2 (Achtung Baby, Zooropa)
Metallica (Kill ‘em All) - Metallica (The Black Album)
Madonna (Madonna: “Holiday”, “Borderline”) - Madonna (Ray of Light)
Maná (Maná: “No hay amor”, “Robot”) - Maná (Cuando los ángeles lloran)
Los Abuelos de la nada (“Mil horas”) - Los Rodríguez (“Sin documentos”)

jueves, 29 de enero de 2009

R'n'R Curios

Bono originalmente ingresaría a U2 como guitarrista; sus habilidades en el instrumento eran muy limitadas, por lo que lo probaron como vocalista, teniendo un desempeño aún más lamentable. No obstante, Larry Mullen Jr., baterista y fundador de la banda, decidió colocarlo en el puesto dado su carisma.


Foto:http://www.todomusica.org/u2/

domingo, 30 de noviembre de 2008

Long Live Rock n' Roll

La moda de los "reencuentros", del resurgimiento de los grupos gloriosos de décadas pasadas parece no agotarse. Ese fenómeno evidentemente mercantil, iniciado con fuerza en la década de 1990 sigue adquiriendo diversas modalidades: nuevas reagrupaciones, nuevos productos, más géneros, etc. Entre varios aspectos de estas resurrecciones rocanroleras, por ahora me referiré a aquellas que llaman la atención por no incluir a varios de los integrantes originales o inclusive a los más característicos de los viejos tiempos.
En esta modalidad se encuentran las versiones contemporáneas de Journey, Thin Lizzy, Styx, Boston, Guns n' Roses y Queen (¡¿?!), entre muchas más.
En el caso de Journey, se presentan sin Steve Perry. No era el cantante original del grupo, pero sí el sello característico. ¿Quién recuerda algún éxito de Journey anterior a 1977, antes de la época de Perry? Por supuesto que es él quien la gente identifica con Journey.
En el caso de Styx, van de gira sin Dennis DeYoung. Otros integrantes del grupo llegaron a hacerse cargo de la voz, pero la mayoría de sus éxitos (y no éxitos) tienen como rasgo distintivo la voz de DeYoung, y no sólo eso, sino que son composiciones de él.
Un caso lamentable es el de los “Creedence”. Creedence Clearwater Revival se basaba en la voz y composiciones de John Fogerty. La disolución del grupo, ocurrida en 1972, se debió a que Fogerty no soportó la constante crítica del resto de los compañeros del grupo, que sobre todo le criticaban sus composiciones del album “Mardi Grass”, que se constituyó en el último del grupo. No obstante, aquellos críticos se reunieron, sin Fogerty, para hacerse llamar Creedence Clearwater Revisited, interpretando por supuesto las canciones de Fogerty.
Un tipo de caso un tanto distinto, es el de las reagrupaciones que no incluyen a sus frontman, ya que más que deberse a conflictos o a problemas de salud de los mismos (que son los casos de Journey, Styx y Foreigner), se deben a que sus destacados cantantes simple y lamentablemente ya fallecieron.
Fue difícil imaginarse a INXS sin Michael Hutchance -Ray Manzarek y compañía disimulan al menos con la denominación Riders On The Storm la ausencia de Jim Morrison-, pero... ¿Queen sin Freddie Mercury? Se discute todavía, y los sobrevivientes del grupo constantemente buscan justificar el uso del nombre en su actual proyecto. En 2004 se reunieron Roger Taylor (batería) y Brian May (guitarra), con el cantante Paul Rodgers, ex-cantante de Free, Bad Company y The Firm, para crear una agrupación nombrada Queen + Paul Rodgers. Hicieron una gira, y de esta crearon un cd y un dvd de sus presentaciones. En este 2008 lanzaron su primer álbum de estudio. El bajista de Queen, John Deacon no participa, ya que desde 1997 anunció públicamente que se retiraba de la música, o al menos de “Queen”, ya que consideraba que ese conjunto ya no podía existir. Taylor y May son fundadores de Queen. De hecho, la banda nació de una reformulación del grupo Smile, de tal forma que en realidad Farrokh Bulsara (Freddie Mercury), ocupó el lugar de Tim Stafell (cantante y bajista de Smile). Sin embargo, ¿estos antecedentes dan legitimidad a cualquier disposición de los fundadores de Queen en el presente o en el futuro? ¿Es justo que usen el nombre de su vieja banda, sin estar presente el compositor del 70% de las canciones que interpretan, y que con su imagen y voz dio el estilo a la agrupación?
¿Por qué los integrantes de aquellas bandas no usan nuevos nombres, crean nuevos grupos? En la década de 1970 y 1980 era bastante atractivo crear “super grupos”, es decir, conjuntos formados con ex-integrantes de grupos exitosos, tales como Rainbow, Asia, entre muchos más (o bien, Audioslave o Velvet Revolver, recientemente). Es evidente que existe interés mercantil en usar los viejos nombres y temor a intentar una vida creativa en el presente; apuestan a un producto de consumo asegurado, en el que la música es algo así como un cadáver exquisito.


Foto de Journey: Matt Becker/Wikipedia
Foto de Brad Delp (qepd)-Boston: Carl Lender/Wikipedia

lunes, 24 de noviembre de 2008

En la memoria y en el corazón

domingo, 16 de noviembre de 2008

R'n'R Curios


El cantante Robert Plant y el baterista John Bonham pudieron no haber sido integrantes de Led Zeppelin, ya que el fundador del grupo, Jimmy Page, consideró en un primer momento incorporar en tales posiciones a Rod Stewart y a Bill Eyden (Procol Harum).

domingo, 2 de noviembre de 2008

Dios salve a Queen

Tonatiuh Castro Silva

El pasado viernes 31 de octubre se presentó en Hermosillo, y es preciso decir en México (ya que es la primera vez que se presenta en el país), Dios salve a la reina, la banda argentina reconocida en el mundo como la mejor interpretación de Queen.


El motivo del concierto, que se realizó en el Teatro al aire libre del Parque La Sauceda, fue el aniversario 30 de Stereo 100. El motivo es muy auténtico, considerando la aportación de la estación a la difusión del genero del rock en Sonora, a partir de una época en la que la modernidad musical y, el rock en particular, significaban alternancia.
Con este evento continúa por sexta ocasión una actividad del grupo radiofónico, consistente en realizar cada año un concierto de rock para festejar su aniversario y además apoyar a alguna institución u organismo de beneficio social. Al parecer, la propia estación desconocía el prestigio mundial del grupo, pues se le anunciaba tanto por su nombre real, así en español, como en formas que no son las del nombramiento oficial: “God save the queen”, e inclusive se anunciaba el concierto como “halloqueen”.
Dado el prestigio de Dios salve a la reina, mi personal expectativa se enfrentó con un espectáculo un tanto distinto.
El concepto del grupo es presentar básicamente al Queen de los años 80, tanto por la imagen como por el repertorio, el cuál corresponde mayoritariamente a los discos de esa década: The Game (1980), The Works (1984), A Kind of Magic (1986) y The Miracle (1989).
Es sorprendente (aún habiendo conocido previamente al grupo en internet) el parecido físico del cantante con Freddie Mercury; sus movimientos, su destreza escénica y en lo musical su virtuosismo (fungió como cantante, tecladista y guitarrista), ya que aunque está lejos de igualar la voz de Freddie, sabe emplear recursos para salir adelante en notas altas o largas. La voz del cantante, que es más aguda que la de Farrokh Bulsara, no alcanzaba la potencia del Freddie de los discos, o se le agotaba el aire, pero sabe utilizar recursos que el mismo Freddie empleaba para disimular, y variaciones copiadas de los discos y videos de Queen en vivo.
En contraparte con la similitud natural y por lo mismo sorprendente de Pablo Padín con el frontman real, se da también una emulación forzada de la imagen de Queen que demerita el concepto del grupo, con el caso del guitarrista Francisco Calgaro, quien usa peluca, muy notoriamente, haciéndolo ver algo grotesco, así como por el look de Ezequiel Tibaldo que repite justamente la apariencia más kitsch del bajista John Deacon, con short de la época de John McEnroe y rizado artificial o “permanente”.
Cabe señalar la excelencia del guitarrista como ejecutante, abarcando tanto en sí la ejecución como la sonorización muy similar a la mítica Red Special de Brian May, así como la ejecución de guitarra acústica, arreglos en teclados, y las mismas vocalizaciones que realizaba Brian May en ciertas canciones.
Sin embargo, algo característico de Queen en todo concierto, eran los solos de guitarra, en los que May creaba, basándose en el delay y eco, acompañamiento y requinto; el espectáculo no incluyó esto.
Así como Roger Taylor hacía un solo, Dios salve a la reina incluye uno. Pero… acá en Hermosillo, tanto el instrumento como la sonorización eran realmente malos. Se puede suponer que no se trataba de la batería del grupo, ya que ellos usan una muy similar a la de Taylor, con todo y logotipo de Queen en el bombo. La tarola se escuchaba horrible y, bueno, la gente aplaudió, ya que el ambiente a eso incitaba. Se perdonaban aspectos como este, y otro de mucha mayor importancia: el cantante, durante la canción “We Are The Champions”, arrastró la bandera mexicana en un recorrido al frente del escenario, para finalmente, después de 2 minutos, aventarla sobre la tarima de la batería, violando de esta forma la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, burlándose así de los mexicanos ahí reunidos, que además le aplaudieron.
Respecto a las virtudes, debo mencionar que tocan canciones que Queen jamás tocó en vivo, ya que su última presentación en público fue en 1986, y posteriormente continuaron lanzando discos de estudio (The Miracle, 1989, e Innuendo, 1991). Algunas de estas canciones son: "Who Wants to Live Forever?" y "I Want it All" y, sobre todo... Queen nunca tocó en vivo la sección operística de "Bohemian Rhapsody", y para ello recurrían a la grabación; Dios salve a la reina toca en vivo esa sección, apostándole por supuesto a la emoción del momento más a que a la destreza vocal, ya que a diferencia del papel fundamental de Taylor en Queen, en este sentido, en DSR el baterista Matías Albornoz aporta poco.
Hubo otra… y otra, “la del estribo”, dijo Tony Dávila. Ya para retirarse banda y público, inexplicablemente, se escuchó por el equipo de sonido, que ya de por sí no hizo un gran papel esa noche, la canción “The Final Countdown” de los archifamosos y ya olvidados Europe.